Londres es la ciudad más reciente de acoger una las impresionantes esculturas de red de Janet Echelman. Suspendido a 180 pies sobre Oxford Circus, la intersección más concurrida de la ciudad, la colorida forma flotante se inspiró en 1,8 - "la cantidad de tiempo en microsegundos que el día de la tierra fue acortado" como consecuencia del devastador terremoto y el tsunami del 2011 de Japón.
"La forma de la escultura se inspiró en el conjunto de datos de la altura de las olas del tsunami que ondularon a través de todo el Océano Pacífico", comenta el estudio. "La obra profundiza en contenido relacionado con nuestras complejas interdependencias con grandes ciclos de tiempo y nuestro mundo físico. La red de la escultura es una manifestación física de interconexión, cuando cualquier elemento se mueve, todos los demás elementos se ven afectados".
"Ligero y flexible, la escultura está diseñada para viajar a otras ciudades de todo el mundo después de su estreno en Londres el 2016. Se construye a partir de fibras técnicas que son 15 veces más fuertes que el acero por peso, y mezclas de color personalizadas que Echelman combina con la luz coloreada programada para crear la obra final.
"La obra de arte te invita a hacer una pausa en medio del bullicio y la conmoción, ofrece la oportunidad de mirar hacia el cielo y contemplar una manifestación física de la interconexión que nos rodea".
Los espectadores son invitados a interactuar con 1.8 mediante el uso de sus teléfonos inteligentes para alterar los colores y patrones que se proyectan en la instalación. "Estos patrones se proyectan sobre la monumental superficie de la escultura y proceden a interactuar unos con otros creando un efecto dominó para que todos lo vean", añade Echelman.